En el suelo se encuentran una infinidad de seres vivos, insectos y microorganismos, que reciclan la materia orgánica y cuyas deposiciones llegan a un nivel más profundo, donde son mineralizadas por bacterias y hongos. Así se conforma un suelo ideal para lograr cultivos de gran calidad: los agroecológicos.
La práctica de
la agroecología, posee características que la diferencian de la agricultura
convencional, siendo una de las más importantes la devolver el humus al suelo, abonando por intermedio de
compost, responsable de liberar nutrientes para que las plantas puedan absorberlos.
Las frutas y
verduras agroecológicas benefician nuestra salud. Todas sus vitaminas,
minerales y fibras pueden aprovecharse en un ciento por ciento gracias a su
naturaleza.
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